DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta
Lunes 19 de Marzo de 2012
Cumplida ya la histórica tarea de elegir masivamente al candidato de la alternativa democrática a través de unas inéditas elecciones primarias de trascendencia noticiosa internacional, se comienza a consolidar el tejido de lo que será la verdadera Venezuela del siglo XXI.
Los tres millones de venezolanos que acudieron a la cita, legitimaron a Henrique Capriles Radonski como el individuo que representa el afán de cambio y de progreso que empuja a los venezolanos a exigir su derecho a una vida mejor. Y ahora, el elegido se ha lanzado a recorrer el país, no para lanzar promesas prefabricadas y vacías, sino para escuchar.
El rol que en estos momentos juega el candidato de la unidad es un privilegio, pero también es una responsabilidad. Una responsabilidad enorme, porque es el depositario de deseos, necesidades, urgencias, frustraciones, sueños y esperanzas.
Y esa responsabilidad implica escuchar. Escuchar qué falta, qué se necesita, qué se ha perdido, qué se ha dejado de hacer. Toca levantar un enorme inventario de las carencias, de lo perdido, de lo olvidado. Y por eso, Henrique está recorriendo Venezuela casa por casa.
No es el estilo de esta campaña la “hegemonía comunicacional” que el gobierno reivindica para sí, sin vergüenza alguna, ostentando recursos financieros desviados de otros destinos y el abuso en su atribución de encadenar radios y televisoras, de utilizar los medios del Estado para propaganda, cuando su función debería ser de servicio público.
Esa manera inorgánica y forzada de hacer permanente campaña electoral no va con quienes estamos de este lado de la democracia, se la dejamos a ellos.
De este lado de la democracia sabemos que hay que tocar y escuchar a la mayor cantidad posible de ciudadanos. Cada quien conoce sus problemas, sus necesidades circundantes. De cada uno se aprende, se consiguen ideas y soluciones, se toma nota.
Y si alguna ventaja tiene la enorme y sólida plataforma unitaria que dio como resultado la candidatura de Henrique, es que está apuntalada en liderazgos legítimos regionales y locales que están acompañando al futuro presidente en sus recorridos, tendiendo puentes con las comunidades, sirviendo como facilitadores para un auténtico diálogo entre la gente y el representante de su voluntad. Es la manera de dejar atrás el monólogo vacío, estéril y repetitivo.
Puede parecer un reto inalcanzable el recorrer el país en el corto tiempo que falta de aquí al evento electoral presidencial de octubre; pero es un reto a la altura de un candidato joven, que no solo está en forma física, sino movido por una pasión, que es ser efectivo en la resolución de los problemas que aquejan a su país.
Es por otro lado, un encuentro esperado. No se trata solamente de que Capriles se movilice, vaya y busque. Se trata también de que los ciudadanos salen, lo buscan, van a recibirlo. Porque necesitan respuestas y estaban esperando que apareciera alguien con la voluntad de dárselas.
Este fenómeno, el hecho de que el nuevo líder sea percibido como la persona que viene a llenar un vacío que se ha hecho demasiado grande en la vida del país, acelera el proceso de acercamiento y conocimiento que consolidará el nuevo proyecto de país.
Por eso, sobre todo hay que entender que de este cambio histórico participamos todos. Cada hogar, cada individuo, suma. La tarea es demasiado grande, pero no por ello menos posible. Casa por casa, ciudadano por ciudadano, vamos sumando y la suma se vuelve voluntad efectiva y convertida en hechos.
*Candidato de la Unidad a la Alcaldía de Baruta
*Twitter: DavidUzcategui
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