lunes, 14 de noviembre de 2011

El autobús del progreso

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DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta  

Lunes 14 de noviembre de 2011



Cuando presentó sus precandidatura presidencial a las primarias de la mesa de la Unidad, el abanderado de Primero Justicia, Henrique Capriles Radonski, ofreció su visión de país bajo la figura del Autobús del Progreso. Quienes acompañamos a Henrique en la fórmula de liderazgo renovado e incluyente que PJ propone a Venezuela, suscribimos también la mencionada visión.
La imagen del autobús es totalmente adecuada a nuestro propósito: todos caben, todos se montan, todos son bienvenidos y juntos avanzamos. Es la primera característica que contrasta con lo que ha ofrecido el chavismo en casi trece años: división, exclusión y retroceso.
Quienes formamos este colectivo hemos contribuido a preservar de la destrucción a emblemáticos sectores de nuestra nación e incluso hemos trabajado activamente en su recuperación, tras nefastas administraciones rojas, como es el caso de Carlos Ocariz en el complejo municipio Sucre o del mismo Capriles, quien se colocó al frente del estado Miranda por paliza, dispuesto a hacer olvidar la gestión del gobernador anterior, caracterizada por la desidia y la indolencia.
El autobús sí progresa, lo ha demostrado. Recuperamos espacios, construimos, ordenamos, incluimos, proponemos y hacemos. No es una promesa electoral simpática pero vacía, es un nombre para una manera de actuar que ya muchos venezolanos han comprobado.
Esta forma de concebir a la Venezuela del futuro que ya se está haciendo presente, convoca incluso a los militantes rojos que comienzan a sentir la necesidad de un cambio de rumbo tras casi tres lustros de palabras vacías y de un acelerado deterioro de la calidad de vida.
Venezolanos de todos los colores políticos miden ya el resultado estéril y doloroso de un país dividido por culpa de la visceral exclusión y del insulto al hermano. Tras el tiempo que se ha perdido en lugar de invertirlo en el progreso para todos, va quedando el entendimiento de que una sociedad no progresa si está dividida, de que las naciones exitosas reúnen en su seno a todos sus ciudadanos en un objetivo común que es el bienestar colectivo, y que absolutamente todos somos necesarios para ellos.
Llega la hora de la reconciliación, de que cada uno trabaje y haga lo que mejor sabe hacer para aportar a todos. De la educación, de que cada quien tenga un oficio para progresar, para ser propietario y dueño de su vivienda, de su negocio, del techo y el sustento que den bienestar a sus familias.
Quien conduzca el Autobús del Progreso debe hacerlo con la certeza de que es un servidor público, que debe entregar todas sus capacidades y su fuerza a una ciudadanía que tiene el derecho de incrementar su calidad de vida.
Los pasajeros de ese autobús se conducirán con el mayor civismo, respetando las leyes y cumpliendo sus deberes, sin dejar de estar conscientes de sus derechos. Tal como se comportaron los pasajeros del Metro de Caracas en sus primeros tiempos y durante muchos años. Esa conducta está en el espíritu del venezolano y volverá cuando el liderazgo invite a comportarse así en lugar de insultar y descalificar.
El Autobús del Progreso recorre indetenible Venezuela. Es recibido con entusiasmo en cada localidad. Y dejó afuera el individualismo. Hay líderes; pero también la certeza de que todos los pasajeros son imprescindibles para que ese autobús llegue a la parada del progreso, la prosperidad y el bienestar. Si no te has montado, te invitamos a hacerlo. El cambio ya empezó.


*Presidente del Concejo Municipal de Baruta
                                                                                                      *Twitter: DavidUzcategui

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