Entre las numerosas polémicas que
día a día entablamos en nuestro país, la que estrenamos esta semana fue sobre
el hecho de agregar días feriados al ya tradicional asueto carnavalesco.
Y es que, contra lo que se
pudiera esperar, la noticia de una posibilidad de sumar fechas adicionales a un
calendario ya establecido desde que tenemos memoria, no fue bien recibida por
todo el mundo.
Es más, nos atrevemos a afirmar
desde nuestra experiencia, que el venezolano promedio no vio con buenos ojos la
idea. Al menos eso es lo que hemos obtenido como resultado, tras hacer
consultas en nuestro entorno.
Sin embargo, vamos a partir para
este análisis desde el principio.
El Gobierno Nacional publicó en
la Gaceta Oficial número 41.595 de fecha 26 de febrero de 2019, el decreto que
establece como días no laborables el 28 de febrero y el 01 de marzo.
Ya desde el pasado 20 de febrero,
durante un acto San Francisco de Yare, estado Miranda, Nicolás Maduro, expresó:
“Pensando en los niños, las familias, en la cultura, este año vamos a adelantar
los carnavales. Declaro días de asueto el jueves 28 de febrero y viernes 1 de
marzo para encender toda esta fiesta cultural, de alegría y felicidad social”.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo
antes de conocerse las declaraciones de voceros de diversas intituciones y
agupaciones que giraron instrucciones en contrario.
José Grasso Vecchio, director
ejecutivo de la Asociación Bancaria de Venezuela, anunció que los días jueves
28 de febrero y viernes 1° de marzo son laborables para la banca y prestarán
todos sus servicios.
El asesor financiero hizo la
aclaratoria en un mensaje a través de su cuenta en Twitter, ante los ya citados
anuncios del Gobierno de adelantar el asueto de Carnaval.
Las declaraciones de Grasso
fueron ratificadas por empleados de las entidades bancarias, quienes
confirmaron que tenían previsto trabajar hasta el viernes, debido a que no han
recibido instrucciones contrarias por parte de los gerentes ni de las
autoridades de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario.
Los funcionarios de ese organismo
regulador, indicaron que Sudeban no ha emitido ninguna resolución relacionada
con la extensión del asueto de Carnaval.
También participaron que las
actividades laborales se mantienen de acuerdo a lo establecido en el calendario
sobre los días feriados bancarios y en la agenda de este año se indica que
únicamente el lunes y martes de Carnaval no serán laborables, como es habitual.
Por su parte, los presidentes de
Fedecámaras, Carlos Larrazábal; y de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui,
hicieron por separado llamados a no paralizar las labores en las actividades
económicas.
Larrazábal se pronunció por
establecer reuniones entre las empresas y sus trabajadores “de manera
consensuada” para incrementar la productividad en rechazo a la prolongación del
asueto de Carnaval decretado por el Gobierno. “La única forma de salir de la crisis
es trabajando y produciendo”, dijo.
Añadió que el trabajo informal en
Venezuela asciende al 50% de los ciudadanos e indicó que los ingresos por esta
actividad se “producen por el día a día, por lo tanto, les conviene trabajar
todos los días”.
También indicó que a la fecha las
universidades y un gran número de empresas trabajarán el jueves 28 de febrero y
el viernes 1 de marzo.
María Carolina Uzcátegui dijo a
la vez que Venezuela necesita producir “por la grave hiperinflación y
distorsión económica”, en especial en un fin de mes, cuando los ciudadanos
necesitan cobrar sus salarios.
Llamó al sector comercial y a los
institutos de educación, a los padres y representantes a continuar con las
actividades laborales del país.
Así las cosas, quedará de parte
de la conciencia de cada quien la decisión de laborar o no. Por nuestra parte,
nos anotamos entre los primeros e invitamos a quienes nos leen a hacer lo
mismo.
Consideramos –y hay muchos de
acuerdo con nosotros– que cargar dos días de sueldo a unas fechas que no se van
a trabajar es algo pernicioso para todos. Tanto para la escasa iniciativa
privada que aún sobrevive en el país, como para la administración pública, que
trabaja con unos recursos que nos pertenecen a los venezolanos y que debemos
buscar incrementar y no disminuir.
Sí, tenemos tradicionales fiestas
y asuetos, de todos conocidos y con una tradición histórica por detrás.
Pero el incremento de estos días
sin base alguna, sin propósito visible y en momentos que no son los adecuados,
no contribuyen en modo alguno al bienestar del país. La gente lo sabe.
Unos asuetos traídos por los
cabellos no sirven para seducir al compatriota trabajador. Por el contrario, lo
que hacen es reafirmarle el extravío que anda suelto por allí y que no está como
para ser seguido en los días que corren.
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