Autobuses, Jeeps, taxis,
mototaxis, el metro de Caracas, metrobús, TransChacao y recientemente
Transmetropoli son las modalidades en la cual se mueve el ciudadano de a pie en
la gran Caracas.
Si enfocamos el transporte
público únicamente en los autobuses y minibuses, se calcula existen cerca de 21
mil unidades en circulación, de las cuales en un promedio de 7 mil tienen ya
más de 18 años de uso.
Sumado a esta realidad no
existe un control permanente sobre los estados de las unidades y menos sobre la
fiscalización, que corresponde al cumplimiento del costo por rutas establecido
en gacetas municipales por las alcaldías del área metropolitana.
Si nos vamos a lo local, una
gran carencia en la planificación urbana es la falta de paradas adecuadas para
la espera del ciudadano, que se moja por falta de un techo, que no tiene
asiento ni mucho menos iluminación, y más grave aún se somete a la falta de un
buen trato por parte de los transportistas.
La cruda realidad es que en
el área metropolitana de Caracas tenemos un transporte público totalmente
desorganizado, impuntual, verdaderamente incómodo para el uso del ciudadano y
quizás el punto de mayor susceptibilidad: inseguro.
El transporte no es una
alternativa, sino una necesidad del caraqueño. Por ello como un ciudadano de
esta ciudad creo ya es hora para las autoridades correspondientes de que
trabajen en función de ejecutar soluciones para el caraqueño de a pie.
Modelos de gestión en
transporte público en ciudades latinoamericanas como Rio de Janeiro, Medellín o
Buenos Aires son claras referencias de cómo se puede lograr un transporte que
funcione, de manera aceptable y eficiente para los ciudadanos.
Próximamente, compartiré
ideas y soluciones para demostrar que si podemos estar mejor. Pueden enviarme sus comentarios por esta
vía o a mi cuenta en twitter @DavidUzcategui
Contigo, trabajando y hacia
adelante.
David Uzcátegui
@DavidUzcategui