Lunes 15 abril de 2013
Los venezolanos nos aprestamos a cerrar un ciclo histórico y a abrir
otro. La buena noticia es que el punto de inflexión es un evento
electoral. Esto nos permite sentir que avanzamos en la senda
democrática, que ha sido larga y difícil; pero ha valido la pena la
tenacidad de permanecer en ella.
No creemos a los profetas del
desastre que durante tantos años nos han vaticinado la posibilidad de
una guerra civil. Si bien hemos vivido tiempos duros y momentos
difíciles, en el espíritu de los venezolanos de este siglo no ha estado
el germen de semejante tragedia, dejando aislados a quienes apuesten por
la violencia.
La palabra paz deriva del latín pax. Es definida,
en sentido positivo, como un estado a nivel social o personal, en el
cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad,
y en sentido negativo, como ausencia de inquietud, violencia o guerra.
Pase lo que pase, seguimos conviviendo, buscando y encontrando espacios
para crecer. Para desarrollarnos, para aportar al país y para hacer de
nuestras vidas algo cada vez mejor. Creemos en lo que podemos hacer por
nuestro bienestar empujándolo desde nuestras acciones y nuestro trabajo.
El trabajo siembra la paz. Nuestra actitud, nuestras
convicciones siembran la paz. El nuevo gobierno que comienza, sea cual
sea, se verá comprometido con la senda que marcha hacia la tranquilidad
por voluntad de la mayoría ciudadana.
Puede sonar como un
contrasentido, pero hay algunas filosofías orientales que consideran la
paz como movimiento. Estamos de acuerdo con ello. Para conseguir la paz
hay que movilizarse, trabajar, involucrarse y aportarle permanentemente
para que se concrete. Quienes piensan así, aseguran que lo opuesto a la
paz no es la guerra, sino el estancamiento.
Los venezolanos nos negamos a considerar el enfrentamiento, la guerra o la violencia como una virtud. No somos vikingos ni hunos para comulgar con semejante valor. Recordemos que, entre otras definiciones de paz, Martin Luther King afirmó una vez que la paz no es solamente la ausencia de tensión, sino la presencia de justicia.
Los venezolanos nos negamos a considerar el enfrentamiento, la guerra o la violencia como una virtud. No somos vikingos ni hunos para comulgar con semejante valor. Recordemos que, entre otras definiciones de paz, Martin Luther King afirmó una vez que la paz no es solamente la ausencia de tensión, sino la presencia de justicia.
Hay países que han debido
transitar caminos duros, crueles y difíciles para conseguir la paz, y
sin embargo la han logrado. Nosotros no hemos debido pasar por pruebas
cruentas o por conflictos arraigados. Estamos en un excelente punto de
partida para avanzar grandemente.
Para el próximo presidente,
sea quien sea el elegido por el pueblo, queda por delante la gran tarea
de implantar una cultura de paz. Un país dividido no avanza, y si bien
la sangre no ha llegado al río –ni llegará- es innegable la tensión en
la cual vivimos los venezolanos.
El liderazgo que se erija en el
país a partir del lunes 15, debe aprovechar su ascendente sobre la
ciudadanía para construir la paz, la paz que nace de la unificación de
los compatriotas y que es la única que nos puede permitir avanzar,
porque un país dividido entre sus propios hijos es un país negado al
progreso, al éxito y al bienestar.
Se puede y se debe aprender a
vivir en paz y en ese sentido los venezolanos tenemos un amplio camino
andado, porque es sin duda nuestra vocación. Estamos hablando de educar
para la paz, iniciativa que avanza en el mundo y en la cual se ha
recorrido un trecho exitoso.
También hay que tomar en cuenta que la paz pasa por el diálogo, porque la paz no es lo mismo para unos que para otros. El encuentro, la comunicación y el acuerdo son necesarios y en este sentido, se nos abre una nueva oportunidad a partir de superar este encuentro comicial.
También hay que tomar en cuenta que la paz pasa por el diálogo, porque la paz no es lo mismo para unos que para otros. El encuentro, la comunicación y el acuerdo son necesarios y en este sentido, se nos abre una nueva oportunidad a partir de superar este encuentro comicial.
*Twitter: DavidUzcategui