viernes, 30 de noviembre de 2012

Ciudadanos empoderados

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DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta
Lunes 03 diciembre de 2012 

El “empoderamiento” es una de las palabras que más suena en los últimos tiempos para explicar como un ser humano se hace cargo de una situación, adquiriendo poder sobre la misma, lo cual quiere decir que puede modificarla, obviamente para bien en los contextos gerenciales en los cuales se menciona.

Desde esta tribuna hemos reiterado las virtudes de los gobiernos regionales y municipales, de su fortalecimiento, consolidación y crecimiento como fuentes de calidad de vida para la ciudadanía en la medida en que puedan aportar más a sus comunidades.

Y hoy queremos referirnos a estas instancias administrativas como fuente de empoderamiento para que el individuo multiplique y proyecte su capacidad ciudadana hacia el colectivo del cual forma parte.

Partimos de ver los gobiernos regionales y municipales como una consecuencia de la elección de una suma de individuos y el ejercicio de este poder como una traducción del empoderamiento de los electores, quienes son contralores y a quienes hay que rendirles cuentas.

En este sentido, con el correr de los años se ha incrementado el buen hábito de la transparencia en los gobiernos más cercanos a la persona. Este incremento proviene de dos realidades; una es el hecho de que los gobernantes regionales y locales han ido internalizando cuanto conviene la transparencia al buen ejercicio y viabilidad de sus funciones; mientras por otro lado los mismos ciudadanos toman conciencia de su derecho a exigir y presionan sobre este supuesto totalmente con base.

Es una manera de alimentar un círculo virtuoso en el cual el individuo empoderado ejerce su poder de decisión con base en su acceso a la información, a la presencia de opciones para elegir, participa de manera asertiva y acertada en la toma de decisiones colectivas, concientizar el propio poder para cambiar las cosas, habilidad para incrementar su propio poder personal, y a partir de ello generar continuamente cambios para bien.

Este avance en el empoderamiento ciudadano es más posible mientras más cercanas a la persona estén las instancias de poder. Es por ello que los gobiernos estatales y municipales son las escuelas por excelencia de la democracia y de la sinergia entre gobernantes y gobernados, entendiéndolos primeros que no pueden ejercer exitosamente sus funciones sin el concurso de los segundos, y estos últimos deben estar claros en el empoderamiento entendido como un derecho, pero también como un deber. La visión de la estructura –del estado, del municipio- es absolutamente horizontal, ganado terreno al poder vertical o piramidal.

Es esta nuestra visión de gobierno y el propósito para el cual creemos que debemos trabajar. Los líderes no deben tener miedo de entregar poder, pues al hacerlo están sumando y fortaleciendo la institución que encabezan, al sumar voluntades. Y la confianza de compartir el poder tiene que ver con la confianza en sí mismo y en su capacidad. Paradójicamente, al ceder, se suma. Es una lección que es mejor aprender desde cabeza ajena.

Desde la presencia de los vecinos en las sesiones de cámara de los Concejos Municipales hasta el rendimiento de cuentas en los portales de gobierno de gobernaciones y alcaldías, la cultura del empoderamiento ciudadano se alimenta. Avanzamos por buen camino y con los años podemos ver cuanto hemos sumado.

*Candidato a Alcalde de Baruta por la Unidad
*Twitter: DavidUzcategui
 
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