DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta
Lunes 30 de julio de 2012
El
pasado
miércoles 25 se celebraron los 445 años de Caracas,
en medio de dos visiones distintas de país. Del hecho de cuál de ellas
escojamos el 7 de octubre, dependerá el futuro de nuestra capital.
Los últimos catorce
años han sido una lucha de gran desgaste entre
quienes pretenden fracturar y dominar y quienes abogamos por unificar y
optimizar. Los resultados de esta lucha están a la vista.
Por un lado, desde el gobierno central se ha fomentado la división en todo sentido, llegando esta a afectar a los caraqueños,
incluso con hechos tan graves como la presencia de agrupaciones irregulares
armadas que hacen vida libremente, gracias a su
manifestación pública de apoyo a la opción política que actualmente gobierna.
Caraqueños sitiados en sus casas
por la delincuencia y la inseguridad, las cuales no son
tarea pendiente en la lista de una administración
más dedicada a adquirir armas rusas para una hipótetica lucha contra el Imperio y para amedrentar a la ciudadanía que no compra
su propuesta, recordando cada vez que pueden que esta es “una revolución
pacífica, pero armada”. Una morgue insuficiente
que revienta cada fin de semana con los cuerpos de más de 50 venezolanos indefensos en este valle de balas.
Del otro lado, hay administraciones
municipales que luchamos, en primer lugar, por preservar y defender nuestra autonomía legítima, legal y bien ganada. Autonomía a la
cual el régimen le tiene puesto el ojo y que ha atacado tanto a nivel de
gobernaciones como de alcaldías, con resultados bastante adversos, ya que la
ciudadanía está en cuenta de cuánto debe de su incremento de calidad de vida al
hecho de que existan instancias de poder más cercanas a sus respectivas realidades.
Los municipios
caraqueños venimos dando una lucha por los espacios
ciudadanos, por la seguridad
de nuestros vecinos, por la salud, por la
cultura, por los lugares de recreación y deporte.
Que esta Caracas es posible se demuestra al ver los contrastes entre las
localidades cuidadas y las abandonadas. Y el mejor ejemplo de que el cambio
para nuestra ciudad es posible, lo podemos ver en el municipio Sucre, el cual,
tras dos administraciones de irresponsabilidad y desidia, muestra resultados
sorprendentes en breve tiempo, ganando en calor humano, en sensibilidad al
vecino y en cultura de servicio.
La fractura de Caracas debe
desaparecer y sanar. Se debe redefinir la autonomía de los municipios en coordinación con la Alcaldía Metropolitana; porque aunque cada uno de ellos
tiene características y problemas muy particulares, todos interactúan y se
retroalimentan.
El mejor regalo para la “Doña Cuatricentenaria” es el propósito de reconfigurar
el mapa político nacional, lo cual irá en beneficio de todas las entidades a
partir del mismo 8 de octubre.
El transporte, la seguridad, la salud,
las áreas verdes, los espacios deportivos y culturales, los servicios, todo
trabajará en pro del ciudadano al estrenar nuevos
funcionarios, como los que nos han demostrado que sí es posible aún en medio de
los más adversos momentos que hemos vivido.
La decisión de progreso se siente
en los cinco municipios de la capital, así como
en todo el país. Recordemos que no hay nada más poderoso que una idea a la cual
le ha llegado su momento.
*
Candidato a Alcalde de Baruta por la Unidad
* Twitter: DavidUzcategui