viernes, 1 de julio de 2011

Art. de Opinión: Información expropiada

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DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta  
Lunes 04 de Julio de 2011

El prolongado vacío informativo en el cual nos sumió la misteriosa enfermedad presidencial es un ejemplo irrebatible del irrespeto del actual gobierno por sus ciudadanos y por las formas que se deben guardar en un gobierno democrático.
Esto es, sin duda la gota que derrama el vaso de una serie de hechos que marcan la política comunicacional de la llamada revolución, y tratamos esto muy a propósito de haberse celebrado recientemente el Día del Periodista, en un escenario que dificulta particularmente el ejercicio de estos profesionales en nuestra patria.

Antes del oscurantismo presidencial respecto a su dolencia, sobraban ya los ejemplos de la árida relación gubernamental con los medios. El momento más negro fue sin duda el cierre de RCTV, CNB y más de 30 emisoras radiales, alegando vericuetos legales que eran simples excusas para esconder que el problema realmente era la línea editorial de estos medios.
Menos agresiva y violenta, pero igualmente incómoda, ha sido la política de vedar el paso a los comunicadores a espacios oficiales donde tradicionalmente se genera información que debe ser conocida por la ciudadanía. La oficina de prensa del CICPC fue cerrada. En la morgue los reporteros deben esperar en la calle y contar solamente con la información que suministran los deudos de los fallecidos.

También fue clausurada la oficina de prensa de la Asamblea Nacional, negándose el acceso a los reporteros al Hemiciclo y obligando a la población a conformarse con la señal de ANTV, cuyos manejos de cámara son sesgados, o sencillamente cortan la transmisión cuando lo que se ventila afecta a la línea oficialista.
Los funcionarios tienen prohibido acudir a espacios radiales o televisivos independientes, negándose de esta manera a la necesaria contraloría de la opinión pública con lo cual se niega uno de los supuestos más imprescindibles de la democracia.
Y afortunadamente se han espaciado y han disminuido –aunque no desaparecido- las agresiones físicas directas a equipos reporteriles. Pero existieron. Y es un peligroso antecedente que está ahí, amenazante.
Todo esto –y nada más escogimos unos pocos ejemplos- es cortina de hierro, Muro de Berlín, Unión Soviética, KGB. Es uso cubano, de donde vienen los manuales de estilo que utiliza el gobierno, comprados con los favores que el chavismo hace al castrismo. Usanzas del siglo pasado, caducas y fracasadas.

Un gobierno que tenga conciencia de estar en el siglo XXI enfrenta las crisis comunicando aún más, siendo transparente, dando a mostrar todo lo que sucede, enseñando así que no hay nada que esconder y que la intención es la mejor.
Muchos jefes de Estado han enfermado en sus funciones. Es algo normal y posible –son humanos, al fin y al cabo- y eso se explica, se comunica, se toman las medidas pertinentes.

Ojalá ese fuera el comienzo del establecimiento de nuevos puentes entre los medios de comunicación y el gobierno, donde hay bastantes periodistas de larga data, cuyos compañeros de profesión que no comparten su afecto por “el proceso” esperan para dialogar en bien del país. Sabemos que es sumamente difícil que eso ocurra; pero el hecho de que lo que sucede sea malo, no nos puede hacer olvidar que sería lo deseable, lo que debería suceder. Si no sirve para hoy, al menos servirá para tiempos futuros. Si no lo toma en cuenta este gobierno, esperemos que lo haga el próximo.

*Presidente del Concejo Municipal de Baruta
*Twitter: DavidUzcategui

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