sábado, 17 de marzo de 2018

"A la luz de los hechos"

| |
La creciente reincidencia de los apagones en diversas regiones venezolanas, los ha convertido en un tema de conversación recurrente en los últimos días. Y es que resulta muy difícil evadir la atención de un hecho que trastorna la cotidianidad ciudadana de tantas maneras.

La inquietud ante los más recientes problemas eléctricos, radica en dos aspectos que complican más el panorama: se prolongan durante más tiempo y abarcan espacios geográficos cada vez mayores.

Para el día 12 de marzo, el diario El Universal titulaba: “Seis estados de Venezuela con fallas eléctricas por ‘bajo nivel’ de represa en Barinas”. La misma información agregaba que un sujeto fue capturado por realizar un “acto de sabotaje” en la subestación eléctrica de Caucagua, en el estado Miranda. Esto –suponemos-, es a propósito de que los fallos eléctricos se producen en diversos puntos de la geografía nacional y por ello es de suponer que se deben a más de una causa.

Incluso, estos hechos llegan a ser titulares en medios internacionales, los cuales reflejan la reiteración de los hechos.

La plataforma informativa Sputnik, perteneciente a la federación rusa, tituló el pasado día 13 de este mes: “Gobierno de Venezuela activa plan de contingencia por apagones al oeste de Venezuela”.

A continuación, en el cuerpo de la nota, se procede a exponer la versión oficial del gobierno venezolano con las siguientes palabras: “El Gobierno de Venezuela activó un plan de contingencia para atender las fallas eléctricas que se registran desde hace una semana en cinco estados del oeste y aseguró que son consecuencia, en su mayoría, del período de sequías que afecta la generación de energía hídrica”.

La misma noticia reconoce que los estados más afectados por las interrupciones del servicio eléctrico en las últimas dos semanas han sido Trujillo, Barinas, Portuguesa, Táchira y Mérida.

Finalmente aseguran que, de acuerdo a los reportes meteorológicos, a partir del 20 de marzo iniciarán las lluvias en las zonas del río Uribante Caparo, estado Táchira, el cual surte el embalse La Vueltosa, por lo que se espera que la situación mejore.

Lo cierto, es que necesitamos con urgencia una respuesta concreta y efectiva de las autoridades con respecto a esta problemática nacional, que entorpece hasta los actos más sencillos de la cotidianidad e incluso va más allá, al afectar la operatividad de tareas medulares de la sociedad, como los hospitales. 

Las actividades de las amas de casa, los aparatos eléctricos del hogar, los aires acondicionados, las computadoras, las oficinas y sistemas de transporte como el Metro, son también afectados y ralentizan la productividad nacional, la cual tanto necesitamos empujar justamente en este momento.

Si bien es cierto que la sequía afecta la generación del sistema hidroeléctrico -que es uno de los más confiables y limpios-, también es verdad que sabemos que nuestro país está sometido, por naturaleza, a estos ciclos de estaciones secas y estaciones lluviosas. Por lo tanto, se impone la planificación y la alternativa, y no actuar de manera reactiva ante la contingencia, porque esto sin duda lleva tiempo y ello implica que el problema rebote en la calidad de vida de la gente.

Esto implica un monitoreo constante de las condiciones climáticas –en el caso de las fuentes de energía hidroeléctrica- para tomar con tiempo las precauciones necesarias. Para ello, entre otras cosas, se necesita sin duda una mayor inversión. Y ser rigurosos en la excelencia del personal que se seleccione para operar una industria tan medular para el funcionamiento del país.

Y por supuesto, urge también la creación de energías alternativas.

A la termoeléctrica no le podemos decir que no, porque ella se sustenta del petróleo y esta es nuestra mayor riqueza, asentados como estamos sobre la mayor reserva petrolera del planeta. Sin embargo, hay que recordar que esta es una energía menos amigable con el ambiente y su utilización debería limitarse a estos tiempos de contingencia y posteriormente ser sustituida paulatinamente por energía más limpia, como la eólica o la solar, que ya van ganando espacios en países preocupados por el hoy tan delicado asunto ambiental.

Y por ahora, lo más urgente es despolitizar el problema. No es asunto de oficialismo y oposición, en tanto y en cuanto nos afecta a todos permanentemente. Y desde nuestro punto de vista se trata de un asunto netamente técnico, el cual no es otro que garantizar el suministro permanente de energía eléctrica a todos los venezolanos. A veces llega y a veces no. Y tiene que llegar siempre.

Un cambio de foco en este sentido, sería un gran comienzo para sanear un asunto que es tema de conversación entre todos los colores ideológicos del país por igual.

David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: @DUzcategui
 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance