Lunes 01 de octubre de 2012
En la recta final antes de la
trascendental cita del 7 de octubre, ya la ciudadanía tiene suficiente
información sobre los dos proyectos políticos que optan por la primera
magistratura en Venezuela. Solamente queda una tarea por hacer: votar.
De este lado, del lado del candidato unitario, se ha hecho
ampliamente la tarea. Reiteramos una vez más, quienes estamos bajo este
paraguas hemos cumplido ampliamente la tarea que era el clamor
de la ciudadanía, que no es otra que la unión, el acuerdo, la pluralidad, la
inclusión.
También ha quedado claro
delante de los electores, la convocatoria a las más variadas personalidades de
todos los matices ideológicos; pero unidas todas por el
factor común de la excelencia en sus respectivas disciplinas, así como
por su urgencia de hacer algo a favor del país.
En estos tres meses, nuestro candidato Henrique Capriles Radonski le ha dado tres vueltas al
país, ha visitado cerca de trescientas poblaciones y se ha acercado a quienes
están muy lejos de las giras de campaña
tradicionales.
En tan titánico periplo, Capriles
ha dejado claras las bases de un programa de gobierno
limpio, coherente, sensato y ordenado. No se trata de la idea iluminada de un
predestinado, sino de la iniciativa de un gerente, de un profesional dedicado a
la administración pública; que ha logrado convocar a los más representativos
profesionales de cada área para armar un proyecto de país viable, que tenga
como último fin el bienestar de todos los venezolanos, sin exclusión de ningún tipo.
El petróleo de Venezuela es para los venezolanos. No se
regalará ni una gota a otro país mientras haya un
compatriota en estado de necesidad. Esa es una línea maestra muy clara y
precisa que lo separa diametralmente de la actual administración. En este
sentido también es prioritario aumentar la productividad de PDVSA, para aprovechar la coyuntura de los altos
precios –que no durarán para siempre- y aumentar los ingresos
nacionales para apalancar el Progreso.
La urgente atención al ciudadano en los primeros 100 días
de su administración también es un factor medular de lo que propone, con
énfasis en los venezolanos más vulnerables, como madres, niños y tercera edad.
También tocará ocuparse desde el primer día de la maltrecha infraestructura del
país, desde la vialidad hasta la red eléctrica.
De allí partirán compromisos como el “Hecho en Venezuela”,
trabajando de la mano con el sector privado para sustituir el elevado volumen
de importaciones, generar empleo e incluso ganar espacios entre las naciones exportadoras;
“Cosechando tu Progreso”, destinado a impulsar la agricultura, incrementar el
consumo de alimentos producidos en nuestra tierra y aprovechar oportunidades de exportación que creen ingresos para el
país; “Empleo para Todos”, que incluye el Plan Primer
Empleo para los jóvenes y el plan Segunda
Oportunidad para los adultos.
Educación y seguridad como pilares para sanar a la nación
de la malsana violencia que hemos padecido durante estos tres últimos lustros.
Dos mil nuevas escuelas cumplirán la misión de convertir a la educación en la
gran igualadora.
Pero lo más atractivo de la propuesta que presenta el candidato del Comando
Venezuela es la abolición del odio y las divisiones. Un propósito que ha
comenzado a predicar con hechos, al no pisar ninguno de los peines que grupos violentos le han puesto en estos tres meses de
campaña. Quienes querían sacar de sus casillas al
candidato de la alternativa democrática, se quedaron peleando con el espejo.
Vienen tiempos de paz, de productividad, de bienestar, de progreso.
*Candidato a Alcalde de Baruta por la Unidad
*Twitter: DavidUzcategui