Martes 17 de julio de 2012
El Miedo se llamaba la hacienda que Doña Bárbara -en la trascendental novela homónima de Rómulo Gallegos-, extendía sobre el llano venezolano a fuerza de robos, trampas, engaños y corrupción.
El miedo es también la única explicación para hacer un uso mezquino y bajo del poder, como lo fue impedir la caminata del candidato presidencial Henrique Capriles por el sector caraqueño de La Vega.
Al candidato-presidente se le escapó con todas sus letras: "Ahí no entra, porque ese es un sector chavista". Lo ordena el poder, lo manda la fuerza. ¿Qué hubiera sucedido si nos dejan completar la caminata, como es nuestro derecho legítimo?
Es lo que no querían que sucediera, no querían que nadie viera. Porque lo que se perfilaba en La Vega era un acto entusiasta y multitudinario, como ha sucedido en cada una de las localidades que ha visitado el Candidato del Progreso. Y el impedir abruptamente esta manifestación, lo que despertó fue una indignación justa y necesaria en los vecinos que esperaban la visita de su candidato. ¿Cuántos puntos ganó el oficialismo con este hecho? ¿Cuántos perdió? Aún los partidarios del Presidente están conscientes del tamaño de la injusticia que se perpetra con hechos como el descrito.
Eso da miedo en los espacios de quienes actualmente ocupan el poder. Porque es el campanazo, la advertencia, el principio del final, para el punto de vista de ellos. El comienzo de la Venezuela del Progreso, para quienes estamos con la candidatura de Capriles.
Y con miedo pretenden acorralar a todo lo que no se parezca a ellos. A quienes piensan y sienten distinto, sin importar cuántos sean. A quienes nos atrevemos a disentir y a plantear una alternativa democrática, que somos muchos. Ellos se han escudado en la mayoría que una vez tuvieron para cometer excesos y perpetrar desmanes. Si el argumento era la mayoría y la pierden, ¿cuál será la excusa para seguir atropellando las más elementales normas de coexistencia?
Por eso, por miedo, se hacen de la vista gorda cuando grupos violentos supuestamente espontáneos actúan contra quienes, con legítimo derecho, trabajamos por un cambio en el país. Por eso colocan a las fuerzas públicas del orden, que nos pertenecen a todos los venezolanos, como factor político para jugar sucio, como lo hicieron con la Policía Nacional Bolivariana, para impedir el acto público del pasado fin de semana. Hecho con el cual no solamente se irrespeta a los venezolanos, sino a esa institución y a sus funcionarios.
Pero hay una máxima que dice que se puede engañar a todos por un tiempo y a algunos por mucho tiempo; pero jamás a todo el mundo todo el tiempo. ¿Cuántos actos de calle van a impedir? ¿Cuántas cámaras de prensa y TV van a confiscar? Es como tratar de agarrar un puñado de agua, la verdad siempre se les va a escapar entre los dedos.
Por eso nosotros seguimos adelante mientras la propuesta política que ya se va, se queda sin trucos para contenernos. El progreso es indetenible porque la mayoría de los venezolanos ya estamos casados con esta urgencia de nuestro país.
Quieren que el miedo esté de nuestro lado, pero en realidad está en aquella acera. Y como en la novela de Gallegos, el miedo terminará por desaparecer y Venezuela volverá a ser una sola, unida en la paz y el progreso.
Candidato a Alcalde de Baruta por la Unidad
*Twitter: DavidUzcategui
*Twitter: DavidUzcategui
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