DAVID UZCÁTEGUI | Concejal de Baruta
Lunes 15 de Agosto de 2011
La terrible dinámica noticiosa que vive nuestro recalentado país, hace que a veces restemos importancia a lo que sucede más allá de nuestras fronteras. La inseguridad, los apagones, el deterioro de las vías, la escasez de alimentos, hacen que las noticias de otras latitudes parezcan frías y distantes.
Esto sucede especialmente cuando involucran números. Y este es el caso del desplome consecutivo de mercados bursátiles que hemos visto en los últimos días, involucrado con la baja de calificación de Estados Unidos.
Lo primero que hay que decir es que la situación no es para reírse. Desde el gobierno, comenzando por el presidente de la República, han salido chistes del tono de “vamos a prestarle a Obama” o cosas por el estilo.
Olvidan que Estados Unidos es nuestro principal cliente y que somos más dependientes del petróleo que nunca. Olvidan también que entre el petróleo que regalamos y el que vendemos a crédito –que probablemente jamás nos paguen- el único cliente que paga en efectivo, al precio del mercado y puntualmente, es el siempre imprescindible Imperio.
Debemos recordar la metáfora del aleteo de la mariposa, la cual asegura que lo que suceda de un lado del planeta tendrá inevitablemente efectos en el otro extremo. Pocos ignoran que la vorágine negativa que ha conmovido los mercados en los últimos días llevará su ola expansiva hasta el último rincón del planeta. Quien pretenda hacer un chiste con esto, debería colocarse a buen resguardo en Marte.
Ya el precio del petróleo ha caído significativamente. Aún Venezuela tiene un buen colchón; pero con un gobierno manirroto que administra tan mal, conviene preguntarse cuánto tardaremos en sentir los efectos.
Por supuesto, recordamos lo que sucedió ante la crisis económica mundial de 2008, de la cual el gobierno también hizo mofa. “Estamos blindados”, se aseguró. No llegó de inmediato, es verdad…. Pero llegó.
Y se confundió el revés financiero internacional con la propia crisis interna derivada de una pésima administración. Y se le echó la culpa al fenómeno mundial, al cual supuestamente éramos inmunes.
Se alega que el tan mencionado “Socialismo del siglo XXI” nos preserva de las crisis capitalistas porque ya prescindimos de ese sistema; para luego culpar amargamente al mismo capitalismo y alegar que es su perversión la razón de nuestro revés. Con lo cual el gobierno reconoce que convive con el capitalismo, que este es el sistema que mueve al mundo y que no se puede inventar un universo paralelo.
Responsablemente, tocaría ajustarse el cinturón. Ordenar las cuentas, detener el gasto injustificado, hacernos más productivos, sincerar el presupuesto nacional, estimado muy por debajo del precio real del petróleo, para que esos recursos fluyan a las regiones. Pero no hay voluntad, no hay conocimientos, no hay pericia.
En todo caso, el mundo se le pone pequeño a la revolución. No estamos blindados para nada ante el revés económico que asoma en el mundo; mientras ellos buscarán cómo lanzar más dinero a la calle en la etapa pre electoral que vivimos.
Una olla de presión, una bomba de tiempo. Estamos lejos de ser invulnerables. Al contrario: el empeño en contrariar al capitalismo por una inexplicable tozudez política, nos convierte en uno de los países más vulnerables a una eventual crisis.
*Presidente del Concejo Municipal de Baruta
*Twitter: DavidUzcategui
0 Escribe tu comentario:
Publicar un comentario