En pocas semanas los habitantes
de este planeta nos hemos acostumbrado a una nueva palabra: “Coronavirus”. Un
vocablo que ya se ha hecho cotidiano y que genera más inquietud en tanto y en
cuanto se trate de naciones que estén en mayor contacto con China, que ha sido
identificado como el lugar de origen de la nueva amenaza.
Al momento de escribir estas
líneas, se reconocían como confirmados unos 2.000 muertos en China. Además,
según medios internacionales, los infectados aumentaron en 1.693 en las últimas
24 horas, de acuerdo con el último balance, dando un total de 74.000 contagios.
Mientras tanto, los científicos
identificaron al responsable de esta nueva dolencia como un nuevo coronavirus,
los cuales son una extensa familia de virus causantes de enfermedades que van
desde el simple resfriado común hasta el más peligroso Síndrome Respiratorio
Agudo y Grave, SARS.
También agregan los expertos que
los coronavirus reciben su nombre por la forma de "corona de
proteínas" que se observa al analizarlos en los microscopio.El síntoma más
frecuente del nuevo virus es la fiebre, aunque algunos casos incluyen
dificultades para respirar, fatiga y tos seca.
Pero, cuando ya llevamos unas
cuantas semanas conviviendo con esta nueva e inquietante realidad, cabe una
pregunta crucial: ¿cómo afectará este problema de salud a la econimía mundial?
Y la respuesta no es para nada
sencilla. El país asiático representa nada menos que el 18% del Producto
Interno Bruto mundial.
El nuevo coronavirus puede tener
las mismas consecuencias económicas que tuvo el síndrome respiratorio agudo y
grave que alarmó al mundo en 2003, según la directora gerente de la agencia de
calificación de riesgos Moody's, Atsi Sheth.
Una buena parte de la
"fabrica global", como se conoce a China por su poder exportador,
está virtualmente parada y la actividad económica, en varias zonas del país,
tiene el freno echado.
Por ejemplo, podemos comenzar
citando que la rápida expansión del coronavirus, coincidió con la celebración
del Año Nuevo lunar, un periodo de vacaciones en China, que se vio afectado por
las restricciones a la movilidad de los ciudadanos.
En plenas celebraciones de la
fecha más importante del calendario chino, nadie compró regalos o gastó dinero
y pocos salieron a cenar en las principales ciudades.
El menor gasto en esta temporada
festiva dañará los resultados de muchas empresas, según dicen los entendidos en
la materia.
Medios internacionales han
informado que, que desde que el pasado 31 de diciembre se lanzara la alerta
sanitaria sobre el mortal virus, millones de familias se aprovisionan de
víveres designando a uno solo de sus miembros sanos como el único habilitado
para cruzar la puerta del hogar.
El elegido se equipa con todas
las medidas de seguridad que tenga disponibles y sale al exterior a hacer la
compra en el supermercado abierto más próximo. También puede suceder que la
tienda esté funcionando, pero esté desabastecida.
Yendo ya a los números en macro,
tenemos que el índice compuesto de Shanghái registró al cierre de la primera
sesión después del periodo de vacaciones, su mayor caída en 4 años. Retrocedió
un 8%. Como consecuencia, adelantan los analistas, la factura va a ser grave o
muy grave, dependiendo de lo que las autoridades tarden en contener la crisis
sanitaria.
Con el miedo apoderándose de los
mercados chinos, el Banco Popular de China se vio obligado a adoptar medidas
excepcionales como la rebaja de los tipos de interés y la inyección en el
sistema financiero de unos 22 mil millones de dólares, unos 150.000 millones de
yuanes.
Adicionalmente, los mercados
temen que las posibles medidas restrictivas de las autoridades chinas puedan
afectar a los transportes, aerolíneas y compañías relacionadas con el turismo.
Algunos especialistas aseguran
que el verdadero impacto de este virus se verá en las aerolíneas por la
suspensión o cancelación de viajes a China, como ya han hecho miles de personas
que se disponían a viajar al gigante asiático.
Por ejemplo, las acciones del
grupo aéreo IAG, que integra a British Airways, Iberia, Air Lingus, Level y
Vuelong, han liderado las pérdidas en el IBEX 35 y a media sesión se ha dejado
un 5,7%. A estar pérdidas de IAG se le suman las de los grupos Amdeus (-5.51%)
y Melia (5,42%). La semana pasada, el banco Hang Seng cerró con una caída del
2,8%, el Shanghái composite se dejó un 1,41% y el Nikkei 225, un 0,91%.
Y ya por ahí, por el mercado de
las aerolíneas y del turismo, se puede ver el hilo conductor de las
consecuencias hacia la economía mundial.
No queda más que prepararnos para
momentos adversos de la economía mundial, que pueden golpear por estos lados.
¿Las consecuencias? Impredecibles. Y solamente se podrán detener cuando se
ataje al mal.
David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: @DUzcategui