La gira internacional del
diputado Juan Guaidó ha despertado interés, curiosidad y polémica. Sin duda ha
sido una jugada inesperada, ya que nadie se esperaba que un representante de
las fuerzas alternativas democráticas venezolanas emprendiera un periplo tan
complejo, con el fin de explicar su versión de lo que sucede en nuestro país.
¿Ha sido esta gira un éxito o un
fracaso? Depende del cristal con el cual se le mire.
El diario digital argentino
Infobae, uno de los portales de noticias en español más visitados del mundo,
titula: “Guaidó se prepara para volver a Venezuela con un liderazgo
revitalizado”.
Por su parte el portal RT, siglas
de Russia Today, servicio informativo del gobierno ruso, afirma: “Gira
internacional de Juan Guaidó fue un ‘fracaso político".
Esto nos demuestra que las dos
visiones, opuestas y hasta irreconciliables de la crisis venezolana, se han
extendido por el mundo. Y tal afirmación no nos sirve sino como un refuerzo más
de cuán urgente era salir a contar nuestra historia.
Muchos dicen que este viaje es
algo innecesario, dado que los problemas están aquí adentro, y somos nosotros
quienes debemos resolverlos. Dicho así, de buenas a primeras, suena correcto.
Pero en una situación tan inédita como la venezolana, hay que hilar más fino,
mucho más fino.
Quienes sostenemos y mantenemos
que es urgente un cambio en Venezuela, de cara al empeoramiento exponencial de
todos los aspectos de la vida nacional, nos enfrentamos a la ignorancia sobre
los hechos y sus consecuencias, a la desinformación, a las campañas que buscan
confundir y difamar. En fin, hay toda una serie de factores que conspiran
contra el objetivo de quienes aspiran al bienestar de los venezolanos.
Y en la tarea de enfrentar estos
factores adversos, el terreno internacional es crucial. Hay que explicar, hay
que ser escuchados, hay que establecer alianzas, hay que pensar en un mañana y
en una reconstrucción.
Ya sabemos que los mecanismos
internos de diálogo están agotados por estériles, incluso los facilitados por
representantes de organismos internacionales o los escenificados en territorios
de terceras naciones.
Basta ver lo acontecido en los
primeros días de este mes de enero con nuestra Asamblea Nacional, para entender
que no hay espacio posible de debate que se pueda establecer dentro de los
parámetros democráticos.
Por todo esto –que apenas
relatamos a vuelo de pájaro– es sumamente pertinente que una voz unificada
represente nuestras inquietudes ciudadanas en espacios que puedan servir como
cajas de resonancia ante el mundo, lo cual jamás quiere decir que se abandone
el trabajo a lo interno.
Muy al contrario, es un
complemento imprescindible, que sin duda potenciará lo que aquí hagamos y que
servirá el camino a soluciones viables y cónsonas con los más profundos valores
democráticos.
El recibimiento a Guaidó por
parte de destacados líderes de la comunidad internacional reafirma que la
posición de quienes queremos un rumbo distinto para el país, es comprendida y
respetada mucho más allá de lo que creemos.
Y es clave recalcar esto, ya que
no nos podemos dejar avasallar por una propaganda fatalista, fríamente
calculada, que busca desmoralizarnos, haciéndonos creer que llevamos las de
perder, cuando muchos sabemos que eso no es cierto.
Si algo hay que destacar de estas
visitas, es que la llegada de este personero ha sido precedida por el arribo de
millones de compatriotas en calidad de inmigrantes. Ellos han sido nuestros
principales embajadores ante numerosos países, explicando con su propia
vivencia por qué la vida en Venezuela es cada vez más difícil. Y también han
hablado bien de nosotros con su trabajo, con su formación, con su honestidad y
sus ganas de hacer las cosas bien.
También y, por lo tanto, el
parlamentario ha servido como pivote de articulación de la diáspora venezolana,
reuniéndose con nuestros compatriotas de otras tierras y unificando sus voces,
deseos e intenciones, de cara a un proyecto de país que tiene como requisito
primordial que todos rememos en la misma dirección.
Esto quedó bien expresado en las
palabras que pronunciara en su alocución ante nuestros conciudadanos residentes
en España, la cual se realizó en la emblemática Puerta del Sol, en Madrid:
“Primero hay que hacer la tarea, para luego hacer maletas para regresar a
Venezuela. Que el mundo nos vea unidos, activos y movilizados dentro y fuera de
Venezuela”.
Ese es el objetivo. Todo ello
quiere decir que esta gira no es inorgánica. Que tiene una razón de ser muy
clara, que está construida de tareas y mensajes que se están dando a conocer y
que están siendo comprendidos por interlocutores y destinatarios. Creemos que
suma, y suma mucho.
David Uzcátegui
Twitter: @DavidUzcategui
Instagram: @DUzcategui